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viernes, 24 de octubre de 2014

LA SALA DE EXPOSICIONES COMO AULA

El beso. Robert Doisneau


       Desde el pasado diez de octubre y hasta el próximo siete de enero, podemos ver en La Térmica (Diputación de Málaga) la exposición "Robert Doisneau. Retrospectiva", en la sala 14 y con entrada libre. Esta información, a priori cultural,  puede estar relacionada con la enseñanza del español. ¿De qué modo?


         Aunque en la mayoría de los casos el aprendizaje de otro idioma se organiza en torno a escuelas y clases con un número variable de alumnos, también hay profesores, en nuestro caso de español para extranjeros, que dan clases particulares, a veces a un solo alumno. 

    Esta situación es casi siempre un reto para el docente, porque no puede echar mano de muchas de las actividades en grupo que sugieren los libros de texto y las páginas y blogs especializados, o que forman parte de su propio bagaje. Y esto le puede restar dinamismo e incluso diversión a la clase, o implicar, como mínimo, un mayor esfuerzo para conseguirlos. 

     Sin embargo, también puede tener sus ventajas, y una de ellas sería la de poder acudir a acontecimientos culturales para, en vivo y en directo, dar una clase personalizada y a la vez temática. El profesor prepararía previamente materiales como un vocabulario específico de la disciplina artística o del tema tratado, una introducción cultural, etcétera, y daría pie a un diálogo en torno a lo que se visita, que sin duda haría que el alumno fijara mejor los conocimientos transmitidos. 

   Aprovechemos que el perfil de este tipo de estudiante suele ser el de una persona adulta con inquietudes culturales y hagamos de la clase un EVENTO. Nos sobran museos y exposiciones. 

       

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